Celebración de la Eucaristía en Honor a la Virgen del Amparo, patrona de la Armada de Republica dominicana.

El 18 de diciembre, en un día marcado por la devoción y el respeto, la Armada conmemoró a la Virgen del Amparo, su venerada patrona.

La Catedral Santa Cruz de Barahona fue el escenario donde se celebró una emotiva eucaristía, la cual estaba encabezada por el Capitán de Navío Feliciano Pérez Carvajal, Comodante del Comando Naval Sur de la Armada y el Capitán de Navío Ortiz Rodríguez quien es el Comandante de Puerto en Barahona, también contó con la presencia de representantes de la Gobernadora Civil de la Provincia Barahona, del Alcalde del Municipio Barahona, del Comandante de la Base FARD., (Barahona), del  Director Regional Sur, PN., Barahona, del Comandante de la 5ta Brigada de Infantería, ERD., del Director de Operaciones de (Politur) Barahona. Además, una gran presencia de miembros de la Armada de Republica dominicana.

Esta conmemoración no solo reflejó la devoción religiosa, sino también la unión y el espíritu de la gran familia naval. 

La Armada, al igual que la mayoría de las marinas del mundo, es una institución que se nutre de tradiciones y costumbres.

Estas tradiciones y costumbres muchas veces solo se sustentan en un bien llamado código de tradiciones establecido desde tiempos inmemoriales. Y la forma y manera que estas se mantengan y se practiquen significa y dice mucho de una Armada. 

Todos los oficiales y alistados pertenecientes a la Armada, deben estar familiarizados con sus tradiciones y costumbres y esto se consigue únicamente con la práctica permanente de las mismas.

Precisamente, en respuesta a esa visión y convencimiento la Armada lleva a efecto una tradición naval dominicana la cual consiste, en hacer una remembranza histórica sobre el origen de la devoción de los marinos dominicanos por la Santísima Virgen del Amparo patrona de la institución, dicha remembranza la realizo el Capitán de Navío Feliciano Pérez Carvajal, Comodante del Comando Naval Sur.

 La misma tiene como finalidad que los invitados especiales y que cada oficial, clase y alistado fijen en sus mentes una de las tradiciones más arraigadas en la Armada dominicana para que la misma continúe de generación en generación y no se pierda con el tiempo.